Cuando vives en una residencial o condominio, mantener una buena relación con los demás es básico. No solo porque sueles encontrarte a diario con ellos, sino también porque crear una comunidad trae beneficios para todos, desde un entorno de armonía hasta aspectos relacionados con la seguridad.
Para gozar de una sana convivencia, es necesario respetar una serie de normas que garantizan un ambiente de cordialidad entre los residentes. Por ello, enlistamos 10 reglas de oro que debes tener en cuenta para ser un vecino ejemplar.
- Cuida los espacios compartidos. No invadas, tires basura o causes alguna afectación en zonas como la entrada del edificio, los pasillos, los jardines o el estacionamiento. Toma en cuenta que si no respetas esto, no podrás exigirle lo mismo a tus vecinos y entonces nadie disfrutará de un ambiente de tranquilidad.
- Sé cordial. Acciones como saludar a tus vecinos o presentarte si eres nuevo en el edificio o condominio, hablan bien de ti y generan un trato amable entre vecinos. Si llegara a haber un problema o desacuerdo con ellos, aborda la situación de forma calmada, no recurras a los gritos ni mucho menos a los golpes.
- Modera el ruido. Si bien debes tener cuidado de no incomodar a los demás con sonidos fuertes, esto cobra atención especial a horas altas o muy tempranas del día. Subirle todo el volumen a tu estéreo, martillar algo a la medianoche e incluso no controlar los ladridos de tu perro puede ocasionar reclamos y discusiones.
- Sé puntual con los pagos en común. No dar a tiempo el pago del mantenimiento, la cuota por recoger la basura o cooperar cuando haya un desperfecto, puede ocasionarte problemas con tus vecinos. Recuerda que el pago de servicios o composturas beneficia a todos, no solo a los otros habitantes.
- Notifica de cualquier fiesta que pudiera incomodar a tus vecinos. Si llevarás a cabo una reunión en tu vivienda y contarás con la presencia de muchas personas, avisa a tus vecinos sobre esto para que no haya ningún conflicto. Sé prudente con el volumen de la música y no invadas sus espacios de estacionamiento.
- Sé cuidadoso con tu mascota. No limpiar las necesidades de tu mascota, dejarla que ande sola por los pasillos o no hacer nada para controlar sus ladridos son motivos comunes de reclamos en edificios o condominios. Si donde vives está permitido tener una mascota, lo menos que puedes haces es no causar molestias a los demás.
- No invadas espacios ajenos. Siempre debes respetar zonas como los pasillos, jardines y lugares de estacionamiento para no buscarte problemas. Si deseas poner alguna decoración específica, debes contar con el permiso de todos. También debes notificar en caso de que necesitaras obstruir la entrada del edificio o usar el jardín.
- Participa en el mejoramiento del edificio. Ya sea que se organicen para limpiar las áreas comunes, pintar alguna zona del condominio o cooperar para hacer alguna reparación, es importante que los demás sepan que pueden contar contigo. Estos cambios benefician a todos, así que no te opongas a vivir mejor.
- Ofrece tu ayuda cuando sea necesario. No solo nos referimos a mejoras o reparaciones en el edificio, sino también a apoyar a tus vecinos. Por ejemplo, recoger su correo cuando salgan de vacaciones, recibir un paquete si no se encuentran en casa o ayudarle de alguna manera en caso de un accidente.
- Avisa de cambios o reparaciones en tu vivienda. Esto no aplica para todos los casos, sino para aquellos en que dicha modificación pudiera afectar a tus vecinos, tal como arreglar alguna tubería del agua, colocar una protección en tu ventana o puerta (por cuestión del ruido) o taladrar durante largo rato.
Una buena convivencia con tus vecinos no se da como por arte de magia, debes respetar algunas reglas básicas para mantener un ambiente de cordialidad y paz.